miércoles, 3 de agosto de 2022

 

Serie Recordando sin ira.

Primeros peruanos

LA MADRUGADA DE NUESTRO TIEMPO

 

PARTE I

LOS PRIMEROS AMERICANOS 

SECCCIÓN 3

 COMPROBACIONES DE LAS RUTAS

TRANSOCEÁNICAS DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA

Ante insistentes objeciones a las distintas hipótesis de migraciones transcontinentales por rutas marítimas en precarias embarcaciones, varias audaces expediciones de comprobación que hicieron enmudecer a los críticos, son hechos históricos incontrovertibles,

 

Factibilidad de la ruta circumpacífica

En general, las puntas líticas foliáceas y las piezas de cerámica de la cultura  prehistórica japonesa Jomón son otras evidencias de probables reediciones de la migración transcontinental Asia – América.

Las primeras, es decir las puntas líticas foliáceas (en forma de hoja de laurel), a decir de Luis Salcedo en su obra citada, son el origen de la punta foliácea desarrollada desde aproximadamente el 10,500 adp en la región central del Perú por la cultura lítica Lauricocha, con base en el grupo nómade que pernoctaba en las Cuevas de Lauricocha, en Huánuco.

Dicho de otro modo, en aquél tiempo remoto de inicio del Holoceno, grupos afincados en la Isla de Honshu, en Japón, se embarcaron en botes rudimentarios y tras una épica travesía, habrían desembarcado en algún punto de la Costa de Lima, Perú y de allí no pararon hasta llegar a Lauricocha, desde dónde difundieron sus famosas puntas foliáceas, por el Norte, hasta Ecuador y por el Sur, hasta Chile, Bolivia y el Norte de Argentina.

La relación alfarera es, por supuesto más temprana, pues correspondería al mileno de los años 5 mil adp. En su ensayo, “El origen transpacífico de la cerámica Valdivia – 1987”, la arqueóloga, Betty Meggers, dio cuenta de su esfuerzo y el de otros colegas por demostrar la teoría del arqueólogo ecuatoriano Estrada acerca del origen japonés, de una parte considerable de la famosa alfarería Valdivia, la más antigua de América. Para eso, viajaron durante dos años por Japón y otros sitios de Asia Oriental, estudiaron a fondo la cerámica prehistórica Jomon, en Honshu y otros yacimientos y las compararon al milímetro con evidencias fotográficas de la cerámica Valdivia y de las verificaciones realizadas por Estrada. Finalmente, confirmaron que Estrada tuvo razón. Las tradiciones alfareras son idénticas.

 

La epopeya de la Yasei Go III

Pero, ante la avalancha de críticas que argüían  la imposibilidad fáctica de una travesía Japón – Ecuador, que hubiera durado casi dos años imposibles de resistir,  el Proyecto Japonés de investigación de Culturas Antiguas del Pacífico, financió la travesía a la deriva de una tripulación de siete (7) hombres en el bote de madera “Yasei Go III”, de 13 metros de largo, construido sobre la base de dos (2) canoas unidas por una plataforma, a la usanza del Honshu prehistórico. No usaron remos, solo una vela, timón y una quilla extraíble.

Planos de la Yasei Go III, tipo catamarán. Fuente: Meggers, Betty

 

La expedición partió el 8 de mayo de 1980 desde Shimoda, cerca de Tokio. Contra todo pronóstico, tras recorrer 9,285 millas náuticas, llegó a San Francisco, en solo 51 días, el 28 de junio. De ahí recaló en Acapulco, el 11 de agosto, tras resistir dos huracanes. El 12 de octubre llegó a Guayaquil, Ecuador. El 25 de octubre arribó al Callao, en Perú. Después de reparaciones en su casco, el 2 de diciembre atracó en Arica, Chile y terminó su travesía, en Valparaíso, el 9 de diciembre. A partir de entonces, los críticos enmudecieron y empezaron a postular que, entonces, fue posible no una, dos o tres, sino muchas migraciones desde el Asia Oriental.

 


Ruta de la Yasei – Go III que demostró la factibilidad de la  migración

transpacífica del Norte, hacia toda América. Fuente: Meggers, Betty

 

Comprobación de la ruta atlántica

En 1984, cinco argentinos realizaron la llamada  Expedición Atlantis que comprobó la factibilidad de la travesía del Atlántico de Este a  Oeste, desde Europa, en condiciones de navegación precaria similares a las de la prehistoria, unos 5,000 años adp.

 

Barragán y los demás tripulantes de Expedición Atlantis, a bordo.

 

Su tripulación estuvo conformada por: el abogado Alfredo Barragán, inspirador y animador de la expedición. Fue el capitán al mando; Jorge lriberri, segundo capitán; Daniel Sánchez Magariños, navegante por astronomía; Oscar Giaccaglia, cocinero; y Félix Arrieta, camarógrafo. 

Su nave fue una balsa, de 13.6 metros de largo por 5.8 de ancho, hecha con un número impar de troncos de “madera balsa” muy liviana, unidos con cuerdas vegetales, similar a las balsas africanas ancestrales. Tenía solo una vela, pero carecía de timón, por lo que no podía virar ni volver sobre su rumbo; es decir no había chance de rescatar a quien cayera al agua, cuya única opción de salvarse era lograr aferrarse a un cabo de 70 metros que iba a la popa.

 


En plena travesía de la Expedición Atlantis

 

La balsa fue cargada con 60 bidones de agua, 27 barriles de comida, un botiquín médico y equipo cinematográfico para filmar el viaje, material que dio origen a la película Expedición Atlantis", en 1988. Ver Youtube:

https://www.youtube.com/watch?v=AwBCV1gNcME

 

Partieron el 22 de mayo  de 1984 y después de 52 días, el 12 de julio, tras un recorrido de aproximadamente unas 3,200 millas náuticas (5,000 Kms), llegaron al puerto de La Guaria, en Venezuela. Al llegar, Barragán le dijo al mundo: "Que el hombre sepa que el hombre, puede", frase que figura en el monumento erigido en honor a la expedición, en  Mar del Plata. Barragán fue impulsado por dos hechos: la expedición de la Kon-tiki, una balsa en la que, en 1947, el noruego Thor Heyerdahl cruzó el Océano Pacífico, de Este a Oeste, demostrando que los americanos pudieron haber llevado su influencia a la Polinesia, y sus lecturas sobre las cabezas líticas colosales olmecas, de 20 toneladas y de casi 3 metros de altura, con rostros de claro, pero inexplicable  origen africano.

 

La ruta América - Polinesia

Como ya se ha anotado, por el contrario y respecto a Polinesia, Thor Heyerdahl, ´planteó que los polinesios fueron originarios del Nuevo Mundo y probó que ese desplazamiento es posible,  viajando desde América a la Polinesia en su balsa ancestral  “Kon-Tiki”, llevada solo por la corriente marítima. 

 


Las cuatro migraciones

Continuará…

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