CULTURA VICÚS
Del año 500 a.C. al 500 d.C – Un milenio
Vicús fue una formación económica y social consistente cuyo origen aún no ha sido determinado por los investigadores, pero que tuvo vigencia durante aproximadamente un milenio, desde el sub periodo Formativo Final (Eclipse de Chavín) hasta el término del siguiente Periodo de los Desarrollos Regionales en el Norte del país, cuando simplemente se extinguió. Como veremos más adelante fue una teocracia militar completa, lo cual, sin embargo, no fue suficiente para que evitara caer, primero, bajo el dominio de los Mochica y, después, de los Virú, dos importantes sociedades regionales del Norte.
Los ladrones de piezas arqueológicas llegaron primero a los restos de Vicús en 1959 y se apoderaron de una gran cantidad de piezas de la mejor calidad que extrajeron de terrenos de la hacienda Pabur, de propiedad de Domingo Seminario Urrutia, quien denunció el saqueo ante la Casa de la Cultura del Perú, la que entonces se hallaba al mando de José María Arguedas.
Hasta 1962, a la poca cerámica y otros objetos metalúrgicos que se pudo recuperar se les catalogó como del estilo “Ayabaca”. Después, la denominación cambió a “Vicús” para designar tanto a las vasijas de cerámica como a los objetos de metal por sus características sui generis. En el caso de la cerámica, por su singular forma que da la sensación de mucho peso e impericia en su elaboración. En el caso de la metalurgia, por el dorado, una técnica y estilo cuya área de difusión abarcó la cuenca del alto Piura a criterio del arqueólogo Ravines (2011).
Los huaqueros robaron numerosos vestigios en 1963 y los vendieron a traficantes con contactos en Europa. Para evitar la desaparición total del tesoro, Domingo Seminario compró las piezas que pudo detectar y así mitigó el gran daño causado al patrimonio arqueológico nacional por los ladrones.
En tratos con el Gobierno, el 4 de enero de 1964 Seminario contrató a Ramiro Matos, a Carlos Guzmán Ladrón de Guevara y al técnico José Casafranca Noriega, para que estudiaran esta nueva cultura. Luis Guillermo Lumbreras se dedicó a Vicús a partir de 1979.
Alan Galindo, Trehisy Leiva Retuerto, Katia Cisneros Eguiluz, en “Cultura Vicús, grandes avances en la costa norte”, afirman que Vicús generó una revolución cultural material con sus grandes avances en cerámica, metalurgia y arquitectura, los cuales marcan una gran diferencia respecto a culturas anteriores y posteriores a ella y, a la vez, desarrolló la agricultura con notables avances hidráulicos a pesar de las difíciles condiciones paleoambientales de su territorio.
UBICACIÓN
Al territorio de Vicus se accede por el Km 1 074 de la Panamericana Norte, a 50 Kms., al Este de la ciudad de Piura, en la margen izquierda del río Piura que corresponde a la zona alta del valle.
Su ocupación comprendió un territorio que va desde Tambo Grande y Salitral (parte alta del río Piura), en las provincias piuranas de Morropón, Ayabaca y Huancabamba, parte de la sierra sur de Ecuador. En dirección opuesta abarcó una considerable zona del norte de Lambayeque.
El nombre Vicús proviene del Cerro Vicús, donde se encuentra el más grande cementerio de la formación social. Desde Loma Negra y Cerro Vicús hay una terraza fluvial con montículos artificiales, cerca del área del cementerio Yécala. Los montículos son construcciones con barro del río y material de algarrobo, caña brava y pájaro bobo que corresponden al Intermedio Temprano.
Gráfico de Galindo et al.
CRONOLOGÍA SEGÚN LA CERÁMICA
El desarrollo de la cultura Vicús habría comenzado en el subperiodo Formativo Superior o Formativo Tardío, el año 500 a.C. y declinó totalmente el 500 d.C, lo que le da una vigencia de un milenio. Tal como Paracas en su fase inicial, fue un desarrollo cultural que surgió durante la etapa tardía de Chavín. Aunque se han hallado conexiones de tipo cerámico, metalúrgico y de orfebrería con culturas de Ecuador y Colombia, los investigadores apuestan por un origen autóctono de esta sociedad.
A decir de Galindo y su equipo, la estructura cronológica sobre la base de la cerámica que es aceptada por varios investigadores de quienes no menciona sus nombres, es la siguiente:
a. Vicús - Chavín. La cerámica vicús reflejó influencia Chavín en pleno apogeo de los del rio Mosna, pero con una producción tosca, con una coloración en la que el negativo y el blanco se aplicaban sobre el rojo.
b. Vicús - Vicús. Los vicús lograron en esta fase un estilo cerámico propio color naranja, aplicada con la técnica del negativo: pintaban las áreas que rodean las líneas que delimitan los motivos decorativos, pero no los motivos mismos, los cuales, de este modo, aparecen resaltados en negativo. Son muy comunes los huacos dobles: recipientes escultóricos de doble cuerpo, con asa y tubo comunicador. Uno de los dos cuerpos es una figura escultórica y el otro cuerpo es la botella en donde está el pico.
c. Vicús - Moche. Constituida por huacos retrato con marcada influencia mochica.
d. Vicús - Virú. El foco de influencia cambió a la cultura Virú y se expresó en piezas con una cabeza que se une a un pico por medio de una asa puente, combinación típica de la cerámica estilo Virú.
Hay otras seriaciones que Galindo y sus colaboradores también anotan: por ejemplo, la de Makowski y Amaro que planeta tres períodos regionales y cinco fases, en función de excavaciones estratigráficas de construcciones ceremoniales, domésticas y artesanales con 21 fechados por Carbono 14, apoyadas por el análisis de ajuares cerámicos mortuorios.
1. Vicús - Vicús (200 a.C. - 100 d.C.) Predominio del estilo Sechura B con formas utilitarias y originario del valle bajo, así como por el desarrollo del estilo local Vicús, lo que podría sugerir una ocupación por migración Oeste-Este.
2. Vicús - Mochica Temprano A y B (100 d.C. - 400 d.C.) Caracterizado por entierros en Loma Negra, similares a los de La Mina y Sipán y los talleres especializados Mochica (estilo Mochica I, II, III). Esto supone la vigencia de dominación moche, lo que no habría impedido que los vicús siguieran produciendo cerámica ceremonial fina aunque con varios íconos inspirados en los estilos Virú - Gallinazo y Mochica. La arquitectura con tapial y, luego con adobe rectangular Gallinazo-Mochica, remplazó a la arquitectura de barro embutido Vicús.
3. Vicús -
Mochica Tardío A y B (400 d.C. - 700 d.C.) Predominó el estilo Mochica (IV, V) en toda la comarca, aún con la presencia decreciente del estilo Vicús y recursos formales e iconográficos empobrecidos. El fin del periodo no está bien reconocido.
En 1979, Luis Lumbreras, sobre la base de vínculos estilísticos cerámicos, cambios tecnológicos en la cerámica y aquellos fechados disponibles para la secuencia Sechura, determinó una estrecha relación de contemporaneidad entre las tradiciones Vicús-Vicús, Sechura y las secuencias Vicús-Salinar, Vicús-Virú y Vicús-Moche.
ORGANIZACIÓN POLÍTICO-SOCIAL
La sociedad Vicús estaba organizada en varias clases sociales definidas por su poder político o económico. Fueron las siguientes:
Nobleza: conformada por los curacas y sacerdotes
Militares, clase importante por debajo de la nobleza, pues los Vicús eran guerreros muy respetados.
Artesanos y comerciantes: los artesanos, ceramistas, orfebres y textileros producían bienes con márgenes de intercambio. Los comerciantes los cambiaban por otros bienes localmente y con producción fuera del territorio, mediante viajes periódicos.
Agricultores - pescadores - pastores: Componían la fuerza laboral más gran que trabajaba los campos, mantenía las pozas y los acueductos, sembraba, cosechaba y pescaba en lagunas y ríos; también criaban llamas y cuyes.
Sirvientes (prisioneros de guerra): eran usados en la faena de recoger y transportar desde las islas frente a Piura el guano de aves marinas para abono y se encargaban de los trabajos más duros en las casas, los templos y el campo.
En 1974, sobre la base de la iconografía, Luis Lumbreras definió a la cultura Vicús como una sociedad teocrático-militar. Nobles y sacerdotes controlaban el poder absoluto dominando a través de la religión y de las armas para garantizar el cumplimiento de sus decisiones. Se trató de un factor de coerción mixto, diferente a la ejercida por otras culturas anteriores que se basaron plenamente en la religión.
Antropológicamente, Lumbreras dedujo que en el Formativo Superior hubo clases sociales fuertemente diferenciadas, división social del trabajo y propiedad privada, producción y control del excedente necesario, todo lo cual permitía mantener el modo de vida de la burocracia civil y religiosa, administradores y comerciantes, es decir, las clases sociales más altas y grupos de poder.
VIVIENDA
No han sido hallados vestigios de las viviendas vicús, ni fósiles humanos. Solo se conocen ofrendas funerarias.
De las representaciones en la cerámica, se deduce que sus casas tuvieron techo a dos aguas, para soportar las fuertes lluvias de la región. Estaban edificadas sobre un plano rectangular, con paredes de quincha, revestidas de barro. Tenían una sola pieza y asemejaban a los palafitos; es decir estaban construidas sobre estacas para evitar la humedad y la abundancia de parásitos.
Además de recursos agrícolas, se habrían alimentado de carne de llama, de cuy, pato y de conejo.
RELIGIÓN
La principal deidad de los Vicús fue el dios mochica Aia Paec, también conocido como “el dios degollador”. Su vocación por la astronomía, posiblemente hizo que también adoraran al sol y al mar. Hay centros religiosos y ceremoniales como Ñañañique y Cerro Vicús, en los cuales se han encontrado ofrendas y posibles sacrificios humanos.
ECONOMÍA
La cultura Vicús se basó en una economía agrícola-comercial, con aportes de la ganadería de camélidos, crianza del cuy y la pesca. Respecto al comercio se han encontrado restos de cerámica que prueban la existencia de intercambios de productos con Moche y algunas culturas de Ecuador, como la jambelí o la de Cerro Narrío.
AGRICULTURA
La agricultura fue su principal actividad económica y social. También eran cazadores y realizaban algunas crianzas menores. Sus principales cultivos fueron la calabaza, el zapallo, la sandía y el melón, el maíz, el pallar, la yuca, el algodón y frutas como la chirimoya, en campos dotados de reservorios y riego por gravedad a través de acueductos que son utilizados hasta hoy. Su principal instrumento de labranza fue una palana que tenía la paleta de cobre y el mango de madera. Usaban intensamente guano de aves marinas que extraían de la isla de Lobos para fertilizar la tierra.
Los vicús fueron una sociedad militarista pues sus soldados recorrían periódicamente su territorio para hacer cumplir los mandatos de la élite y el principal.
METALURGIA
Fabricaron una gran variedad y cantidad de objetos metálicos: orejeras, narigueras, máscaras, pectorales, barras o bastones, pequeños adornos, instrumentos de labranza, cuentas de collar, láminas, coronas y tocados con lentejuelas y plumas que producían sonidos con el movimiento, además de sonajeras. Muchos de estos artículos eran adornados con motivos antropomorfos, zoomorfos, geométricos e híbridos.
Los Vicús dominaron todas las técnicas metalúrgicas del cobre, el oro y la plata para aleaciones trinarías. Doraban sus piezas por reducción, por inmersión en fundición y por enchapado de reposición química
Para sus artefactos, coronas, diademas, pectorales, cinturones y narigueras, empleaban placas laminadas, con decoración repujada, calada o incisa y uniones mecánicas.
También, utilizaban el vaciado en moldes bivalvos y univalvos para hacer armas como cabezas de porra puntas, cuchillos. Aplicaban la "tumbaga o Champi”, que le daba mayor dureza a la plata y al cobre, al cual, además hacía más maleable antes del proceso de bañado con oro. Por eso muchas piezas de cobre, parecen de oro.
Esta técnica de dorado tuvo una gran difusión en la cuenca del alto Piura, por lo que los vicús las compartieron con las culturas norandinas, hasta convertirse en verdaderos artistas del trabajo en oro u oro bañado en una sola pieza carente de articulaciones. Con las culturas centroandinas, compartieron el plateado y el amalgamado por mercurio.
Galindo y su equipo, reivindican que a Vicús le corresponde haber sido la base del desarrollo de la metalurgia de culturas posteriores, aunque carecen de un análisis comparativo con el desarrollo logrado por la sociedad Cupisnique en la metalurgia y la orfebrería del oro, la plata y el cobre.
ORFEBRERIA
Si del cerro Vicus se extrajeron las mejores piezas de cerámica, del área que hoy es la ciudad de Frías, en Ayabaca, se recuperaron los mejores objetos trabajados en metal en su mayoría para ofrendas funerarias.
Estas joyas de oro, plata y cobre fueron producidas mediante el sistema de martillado, repujado y moldeado y aumentaron su belleza usando conchas de perla traídas de Sechura, así como perlas, esmeraldas y turquesas.
Destacan las esculturillas antropomorfas de oro en láminas soldadas (La Venus de Frías y El Hombre de Frías), cabezas zoomorfas de lengua móvil, colgajos y pinzas depilatorias, hilos acordonados y otros objetos que implicaron destrezas mayores de orfebrería.
Venus de Frías
En Frías y Morales fueron halladas estatuillas de mujer de oro y plata que fueron bautizadas como la “Venus de Frías”. La imagen es un personaje humano femenino con ojos grandes y brazos y manos con garras de felino, trabajadas en oro fino de 24 quilates y lucen engastes de platino. Mide 15,4 cm de alto y su peso es de 60 gramos.
Registro fotográfico de Galindo y su equipo
En Quimbaya, Colombia, fueron halladas joyas similares hechas con el método de la tumbaga. Una, corresponde al curaca de Quimbaya, un jefe que representa autoridad política en la diversidad de los sistemas políticos autóctonos de América. Hay otra estatuilla en la cultura Tumaco o cultura Tolita que se desarrolló desde la costa norte de Ecuador, hoy provincia de esmeraldas y se extendió hasta la región de Tumaco, en Colombia.
Lumbreras, creyó que “La Venus de Frías” fue importada de Ecuador o Colombia, pero Kauffmann Doig le contradijo afirmando que pertenece a la cultura Vicús y sólo es similar a las de Colombia. Estudios y comparaciones de la orfebrería Vicús con la de Ecuador y áreas vecinas realizados por Zevallos, muestran que de 3 narigueras de filigrana de oro con turquesa en el centro, 2 son de Vicús, mientras que la tercera elaborada igual que las anteriores, sería de Esmeralda, en Ecuador.
ARQUITECTURA
La arquitectura Vicús tuvo como marco la astronomía y como condicionantes particulares la posición del sol, de la luna y de las principales estrellas, presumiblemente por razones religiosas que mandaban la adoración a esos astros.
Construyeron con barro, adobe, quincha y bases de piedra edificios que tenían tragaluces y estaban dotadas de techos inclinados. Cerro Vicús y Ñañañique fueron centros ceremoniales y administrativos conformados por una plataforma principal, ambientes distintos (ceremoniales y residenciales) y un cementerio. Las plataformas son de tres metros de alto y tiene una extensión total de una hectárea. En el conjunto habitacional hay tres ambientes principales, cada uno de 13 metros de largo y 6 de ancho, delimitados por hileras de piedras.
Por la aridez de su territorio, los vicús desarrollaron la arquitectura de riego y tecnología hidráulica, lo mismo que hicieron varias culturas situadas en áreas áridas (Salinar, Mochica, Chimú, Nazca, Paracas, entre otras).
TEXTILERÍA
Su trabajo textil fue bastante simple y sencillo, sin resalte. Producían sus prendas más simples para el día a día y para alguna manifestación cultural o fiesta religiosa. Algunas otras piezas las adquirían por trueque con otras etnias.
ESCULTURA
Las esculturas en piedra con incrustaciones de metal son expresiones representativas de esta cultura.
PATRÓN FUNERARIO
Los Vicús enterraban a sus muertos en cementerios en varios tipos de tumbas. En 1955, Ramiro Matos las clasificó en 10 tipos según su forma, respecto a enterramientos hallados en Callingará, Santa Rosa, El Bronce, Monte de los Padres 2, Talanquera, Malamatanzas, Pabur, Zapotal y Vicús-Yécala.
Tipo 1. Es la más común, también llamada “bota”. Tiene forma cilíndrica y mayor profundidad, la cual es de 4 a14 metros. En la base se encuentra el “nicho” que se extiende de 2 a 3 metros hacia el lado.
Tipo 4. Es otra fosa funeraria común. Son menos profundas que las de Tipo 1, miden entre 3 y 8 metros. La cámara funeraria en sí se extiende hacia ambos lados, en forma de “T” invertida.
En las tumbas de los cementerios mencionados solo fueron hallados algunos dientes humanos. También, encontraron tierra oscura o ceniza y manchas de tierra carbonizada. Debido a que algunos ladrones de tumbas dijeron que al robar no hallaron restos se cree que los Vicús cremaban a sus muertos antes y fuera de los entierros en las tumbas.
A Galindo y su equipo les parece que en el aspecto funerario, Vicús pareció seguir el patrón Paracas, con algunas diferencias: mayor diversificación de estructuras subterráneas con mayor profundidad y, sobre todo, la práctica de la cremación, siempre con la idea primigenia de volver al vientre de la Pachamama pero con un nuevo pensamiento religioso de la población.