Misterio sin resolver o,
extraño, muy extraño.
HACE 299 MIL AÑOS, ¿UN BALAZO
MATÓ
A UN “HOMBRE MONO”, EN ÁFRICA?
El
fósil fue bautizado como “El cráneo de Broken Hill”, por el lugar de su
hallazgo, en la entonces Rhodesia. Hoy es conocido con el “Cráneo de Kabwe.
Los
primeros arqueólogos que lo investigaron lo clasificaron como del género Homo, y aspirando a haber descubierto una
supuesta nueva especie, la clasificaron como rhodesiensis, antecesor
del Homo sapiens. Inicialmente y sin precisión su antigüedad fue
establecida entre 125,000 y 300,000 años
adp. El cráneo está en exhibición en el Museo de Historia Natural de Londres.
Pero,
al dar
cuenta de los hechos, el portal web “Código Oculto” (https://codigooculto.com/civilizaciones-antiguas/enigmas-de-la-prehistoria-craneo-con-agujero-de-bala-125-000-a-c/
) señala que el registro de los dos orificios del hoy famoso cráneo, NO aparece
en el sitio web del Museo de Historia Natural de Londres ni en la
del Instituto Smithsoniano, a pesar de que las fotos correspondientes
muestran claramente por lo menos el agujero de entrada.
Cráneo de Broken Hill, hallado en Kabwe, Africa.
No
obstante, en general y en especial la comunidad científica, ha ignorado y ha
sumido en el más absoluto silencio la discusión del origen de los orificios,
como si éstos no existieran y se ha centrado en el estudio paleonto-arqueológico
del vestigio, poniendo énfasis en su datación y la definición de su especie.
En el año 2004, surgió entre los científicos un criterio colateral pero igual de desdeñoso hacia la hipótesis de herida por PAF. El Dr.sc. Artur Windelband, de la universidad Humbold, de Berlin, junto con el Sr. Stefan Flohr, colaborador de la Johann Wolfgang Goethe-Universidad de Frankfurt y otros, describieron así la parte de los supuestos orificios de bala:
“El
cráneo, en general bien conservado, muestra una cara casi intacta. Los dientes
están bastante bien conservados y muestran procesos patológicos evidentes en
todo el parodoncio, tales como caries y abscesos.
En
el cráneo faltan el hueso temporal derecho y una parte del hueso occipital.
En
el lado izquierdo del cráneo aparecen pequeños deterioros, que apuntan a
impresiones de dientes de bestias rapaces o a deterioros debidos a máquinas
lanzadoras de piedras. Como explicación también cabe considerar los procesos inflamatorios. (Ver: https://www.3bscientific.com/product-manual/VP754-1.pdf
)
Es
improbable que los “pequeños deterioros” anotados por el doctor Windelband, entre los cuales incluye el
orificio de “entrada” se deban a un incisivo de alguna “bestia rapaz”, ya que
ésta tendría que haber mordido la cabeza al infortunado homínido presionando
con sus enormes fauces por ambos lados, con una presión tan potente, que
hubiera resquebrajado el cráneo dejando más huellas.
Está
totalmente descartado cualquier “arma” de aquél tiempo, masa o garrote de
hueso, madera o piedra y puntas o cuchillos de piedra, impulsadas por hondas o
cualquier artilugio arrojadizo, pues
esas herramientas no causan orificios circulares pequeños y tampoco existían en
aquél tiempo.
Datación precisa
El 1 de abril de 2020, en Washington, un grupo de científicos presentó
la datación precisa del llamado Cráneo de Broken Hil, encontrado en 1921 en
Zambia, el primer fósil de una especie humana extinta descubierta en África. La
datación es parte de una investigación con grandes implicaciones para descifrar
el origen de nuestra especie.
El despacho
de la agencia de noticias Reuters de ese día (ver: https://www.reuters.com/article/ciencia-craneo-idESKBN21J6Z9
), dice: “…dos sofisticados métodos de datación han determinado que el cráneo
tiene aproximadamente 299.000 años, con un margen de error de 25.000 años, dijo
el geocronólogo Rainer Grün, de la
Universidad Griffith, Australia, autor principal del estudio publicado en la
revista Nature. Algunos expertos habían planteado la hipótesis de que
tenía unos 500.000 años”.
“Esto indica que es poco probable que la especie representada
por el cráneo haya sido un ancestro directo del Homo sapiens, como algunos habían
pensado. Nuestra especie apareció por primera vez hace más de 300.000 años en
África y luego se extendió por todo el mundo”.
“Los científicos inicialmente asignaron el cráneo a una especie
que llamaron Homo rhodesiensis. La mayoría de los científicos ahora lo asignan a
la especie Homo heidelbergensis, que habitó partes de África y Europa desde
hace unos 600.000 años. El antropólogo Chris
Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que esto indica
que al menos tres especies humanas habitaron África hace 300.000 años: el Homo sapiens,
en Marruecos y Etiopía, el Homo heidelbergensis en el centro-sur de
África y el Homo naledi -conocido por características primitivas como rasgos
adecuados para trepar a los árboles- en Sudáfrica”.
Sin embargo, la nota no
menciona en absoluto el registro en el cráneo de Broken Hill y una probable
explicación de los orificios de entrada y salida provocados por supuestamente
una bala, lo que sigue como un misterio sin resolver.
Profesor Chris Stringer del Museo de Historia
Natural muestra
el cráneo de Broken Hill, un fósil de la
especie humana extinta
Homo heidelbergensis hallado en Zambia en 1921.
Imagen distribuida por
Reuters. 31 de marzo, 2020.
Kevin Webb/NHM Image Resources/Los
Administradores
del Museo de Historia
Natural en Londres/Handout via REUTERS.
Otros misteriosos antiguos “orificios de bala”
La misma web “Código
Oculto”, afirma que en el Valle del Pena, en Rusia, durante una excavación
arqueológica fue hallado el cráneo fósil de un URO, una especie de ganado que apareció
hace 2 millones de años y se extinguió hacia 4 mil. El cráneo presenta un
orificio similar al del Cráneo de Broken Hill, con la sola diferencia de que el
agujero del animal se calcificó, es decir, sobrevivió al impacto y la herida
sanó.
Cráneo de un Auroch o Uro (ganado de
especie extinta)
con orificio extraño en el hueso frontal
del cráneo.
Como
ven, el punto de vista “Extraño, muy extraño”, sobre este y los demás hechos inexplicables
de orificios en fósiles antiquísimos forman
parte del baúl que ha dado en llamarse “OOPARTS”, artefactos fuera de lugar en
español, que, en resumen designa a todo hecho que no encaja en la historia
convencional ni en el nivel de conocimiento “científicamente correcto”, en
función de los intereses de los distintos grupos de investigadores.
Ante
el ninguneo y el absoluto desinterés por investigarlos y aclararlos, se
acrecientan entonces tres teorías con sus respectivas hipótesis: 1) La
intervención alienígena en la tierra desde la noche de los tiempos. 2) La
posibilidad del viaje en el tiempo y, 3) La existencia no de una, sino de
varias civilizaciones pre humanas avanzadas que sucumbieron a cataclismos
globales. Me parece que en este caso, la comunidad científica comúnmente aceptada
no está actuando con “mente abierta”, con la “duda razonable”, con vocación de
esclarecer las cosas y mejorar el conocimiento humano, sino con todo lo
contrario, en función de sus propios intereses particulares o de grupo, para el
dominio, control, y manipulación de la información, lo cual, finalmente, no es
más que una expresión genuina de la conducta básica de nuestra especie,
determinada por la ambición y la codicia.
FIN